Una de las claves principales para disminuir de manera efectiva nuestro peso es abandonar nuestros malos hábitos alimenticios. Comer cuándo nos da la gana, comer mal, ingerir alimentos con alta densidad energética y picar entre horas, suelen ser causa y efecto de aquellos kilos de más que van acumulándose de manera indeseada en nuestro cuerpo, por no hablar de una de las características más comunes que comparten las personas con problemas de sobrepeso o obesidad.
Para erradicar este problema es necesario cortarlo de raíz. Debemos acostumbrarnos a comer de cinco a seis veces al día, ya que de esta manera mataremos el hambre, además, la sensación de saciedad nos permitirá controlar las visitas que habitualmente hacemos a la nevera por un trozo de embutido, o al armario a por una galletita. No saltarse las comidas y comer de todo con una dieta equilibrada también nos ayudará a sentirnos saciados durante el día.
Otro de los errores más comunes es la de no desayunar, comer mal o cenar más de la cuenta. Recordemos que es necesario dedicar el mayor aporte calórico a las primeras horas del día y ser más ligeros en la tarde/noche. Tal como diría la frase popular: desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo. Por mucho que parezca típico y tópico es fundamental para empezar el camino hacia una buena alimentación.