Lo mejor para mantener tu cuerpo en forma y equilibrio, además de evitar el aumento de peso, es la práctica del ejercicio físico. Éste puede desarrollarse de varias formas, dependiendo de la edad, la salud y el peso de cada persona. Una de las causas principales de la obesidad es la inactividad física, que en la mayoría de los casos viene originándose desde la infancia.
Por eso, debes comenzar a cambiar tu modo de vida con el deporte, pero sin obsesionarte. Para empezar, te recomendamos realizar algunos pequeños ejercicios matutinos. Está comprobado que la mejor manera de realizar deporte son los ejercicios cotidianos que efectuamos en nuestra vida diaria. Como por ejemplo, ir andando a los lugares cercanos a los que normalmente vamos en coche, bailar, ir en bicicleta y subir y bajar las escaleras en vez de coger el ascensor… Aunque estos actos los consideres de poca importancia, en realidad son ejercicios que día a día mejoran tu movilidad corporal. Además, tienes la oportunidad, también, de apuntarte a un gimnasio dónde te enseñarán tablas de ejercicios idóneas para tu situación actual.
Lo único negativo del deporte son las agujetas que aparecen al principio y nos hacen estar muy cansados, pero llevando una rutina de ejercicio en su justa medida y progresión, éstas dejarán de ser un problema al poco tiempo. Y es que el ejercicio físico sólo nos aporta beneficios: previene el cáncer de colon, promueve el lavado sanguíneo, con lo que el colesterolpermanecerá equilibrado, evita padecer problemas cardiovasculares como infartos o anginas de pecho, ayuda a lahipertensión disminuyendo la presión arterial y el gasto energético diario bajará, además de mejorar el estado de ánimo evadiendo la depresión o la ansiedad.
Cómo puedes observar, el deporte es una gran ayuda para luchar contra la obesidad. No te lo pienses dos veces. Empieza cuanto antes con tu nuevo modo de vida.