Hay numerosas enfermedades que requieren recibir un aporte de oxígeno mayor de lo habitual. La neumonía, el síndrome de dificultad respiratoria, la displasia broncopulmonar o bien un simple ataque de asma pueden requerir, ya sea en momentos puntuales o de manera crónica, un aire mejorado y que tenga mayor proporción de oxígeno. Esto se consigue gracias a los concentradores de oxigeno portátiles, unos dispositivos que mediante un sistema de filtrado y de compresión, proporcionan al paciente un aire que cuenta con una mayor concentración de este gas. El objetivo es mejorar su calidad de vida y paliar estas dificultades respiratorias que padece.
Concentradores de oxígenos portátiles: solo ventajas
La tecnología ha posibilitado que un concentrador de oxígeno portátil sea una realidad. Esto supone un punto muy a favor para los enfermos, que no se ven anclados de manera permanente a una máquina. Los concentradores de oxígeno portátil posibilitan que se pueda continuar con la vida habitual, incluso realizar viajes sin ningún tipo de problema.
Las reducidas dimensiones de estos dispositivos permiten que el paciente pueda trasladarlo cómodamente. Incluso algunos modelos cuentan con una certificación específica que los hace aptos para su uso dentro de un avión. De esta manera, en ningún momento el enfermo va a echar en falta su concentrador de oxígeno. Por otro lado, estos dispositivos requieren un mantenimiento mínimo por parte del usuario. Solo es necesario mantener limpios los filtros y evitar que las rejillas de ventilación y las tomas de aire queden obstruidas.
Los concentradores de oxígeno portátil mandan al paciente impulso de aire ricos en oxígeno, y este lo recibe mediante las gafas nasales, que es el sistema recomendado por el cual debe tomar el aire. Además, al ser portátil no dependemos de ninguna fuente de alimentación, ya que los concentradores funcionan con batería. Dependiendo de la intensidad de aire necesario, obtendremos un tiempo de autonomía u otro. El enfermo puede disponer con un sistema de batería doble ya hasta 13 horas de flujo de aire enriquecido.
Hay enfermos que necesitan este aporte de aire durante las 24 horas del día. Los concentradores de oxígeno portátiles están totalmente preparados para hacerlo, ya que trabajan sin descanso y sin que su funcionamiento se vea alterado por esto. Estos dispositivos cuentan además con tres años de garantía para todo el equipo y de un año para las baterías. De esta manera, se garantiza que siempre vas a tener un dispositivo que queda cubierto ante cualquier tipo de contingencia. Es evidente que un concentrador de oxígeno portátil posibilita que cualquier enfermo pueda seguir llevando su vida con las mínimas alteraciones posibles, sin tener que permanecer en casa recibiendo oxígeno por parte de una botella.
Los concentradores cuentan con una ventaja adicional con respecto a las clásicas botellas de oxígeno, ya que éstas han de ser respuestas cuando se agotan. Una vez que has quién es tu concentrador de oxígeno lo tienes para toda la vida, solamente has de preocuparte de su mantenimiento y de que siga proporcionando un flujo de aire constante y limpio.
Ya sea para enfermedades respiratorias de carácter crónico o para momentos puntuales en los que es necesaria una intervención, un concentrador de oxígeno es el perfecto aliado a la hora de solventar la mayor parte de problemas derivados de este tipo de dolencias. Aumentar la calidad de vida del paciente y permitir que pueda respirar con normalidad son solo dos de las ventajas de un concentrador de oxígeno. Si le unimos la característica de ser portátil, podrá disfrutar de todo lo que le sigue ofreciendo la vida y sin tener que renunciar a nada.