Siempre han existido millones de nutricionistas, entrenadores o revistar que aseguran haber conseguido, finalmente, la dieta perfecta para bajar 5, 10 o 15 kilos en una semana. Y la verdad es que la mayoría (por no decir todos) se basan en mitos y publicidad engañosa, para atrapar la mayor cantidad de público posible.
La verdad es que no existe una forma (al menos no una saludable) de bajar tal cantidad de peso en un periodo tan corto de tiempo. Y de haberla, podemos asegurarte de que no sería nada sana.
Entonces, ¿cuál es la manera más saludable de adelgazar?
Ciertamente, existen muchas dietas o rutinas que podrían ayudar al proceso de bajar de peso. Sin embargo, eso sólo se logrará de manera óptima basándonos en un plan optimista (nada de rebajar 20 kilos en 3 días) y combinar una buena rutina de ejercicios con una dieta saludable.
¿En qué consiste una dieta saludable?
Muchas personas suelen relacionar la palabra “dieta” con reducir la cantidad de comida que ingieren diariamente e, incluso, saltarse una comida, generalmente el desayuno o la cena. Pues sucede que no sólo te estás torturando por pasar hambre por largas horas, sino que, además, este método no ayuda en nada a bajar de peso. En muchos casos, realmente hace el efecto contrario.
Como concepto de una dieta saludable, la mayoría de los nutricionistas recomiendan 5 comidas al día, que incluye el desayuno, almuerzo, cena y meriendas.
Otro de los grandes mitos que las personas tienen a obedecer es que, al empezar una nueva dieta, lo primero que debes eliminar de tu rutina son las meriendas, cuando, en realidad, las meriendas son una parte fundamental en el proceso de pérdida de peso.
¿Cómo ayudan las meriendas para adelgazar?
Es necesario comenzar aclarando que las meriendas no ayudarán a bajar de peso per sé, sino que, más bien, ayudan a mantener el peso que tenemos en el momento y a no seguir aumentando.
Es por eso que no se deja de mencionar y sugerir un aumento de la actividad física, pues es la mejor manera de adelgazar de forma natural. En este caso, las meriendas (al igual que el resto de la dieta) actúan como complemento o facilitador en este proceso.
El objetivo principal de las dietas, en el contexto de perder peso, es no prolongar demasiado las horas entre las comidas fuertes, con el objetivo de llegar con menos hambre a la próxima comida.
Al saltar la merienda, se incrementan las señales de hambre, las cuales se acumularán hasta la próxima comida. Esto conlleva a llegar a la hora de la cena con hambre acumulada desde el mediodía, lo que ocasiona que nos sirvamos una porción más grande de la que usualmente ingerimos, y, generalmente, con más alimentos calóricos y altos en grasa, como una alternativa rápida para saciar el hambre que hemos acumulado en el transcurso de la tarde. Como resultado, en lugar de “ahorrarnos una comida”, podríamos terminar comiendo incluso más de lo usual, algo que, si se hace un hábito, nos ayudará más a ganar de peso que a perderlo.
Otro gran aporte de las meriendas es que ayudan a estabilizar los niveles de insulina y a controlar el flujo del metabolismo, dos aspectos que influyen directamente sobre el proceso de pérdida de peso. Además, al utilizar las meriendas para adelgazar, eliminamos gran parte de esa sensación de ansiedad, que nos hace comer de más o picotear, un hábito que, muchas veces, se ha asociado con enfermedades como la obesidad y la diabetes.
¿En qué debe consistir una merienda para adelgazar?
Muchos cometen el error de asociar las meriendas con un dulce o un snack, como unas galletas, unas frituras o postre que acompaña al café. Evidentemente, ninguna de estas opciones ayudará a bajar de peso. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta que, si bien las meriendas pueden optimizar el proceso de adelgazamiento, no cualquier merienda será la indicada para incluir en la dieta.
Dentro de los componentes que debería tener una dieta, se tienen:
- Fibra: Además de ayudar en la digestión, participa en la estabilización de la insulina, puesto que evita su aumento repentino al ingerir ciertas comidas. También favorece la pérdida de peso al disminuir la sensación de ansiedad o hambre, y facilita la absorción de los demás nutrientes incluidos en la dieta.
- Proteínas: Aumenta la energía. Para aquellas personas que combinan la dieta balanceada con el ejercicio físico, las proteínas son fundamentales en la dieta, pues ayuda a quemar calorías y es indispensable para el crecimiento de la masa muscular y tonificación de la musculatura.
- Grasas: A pesar de lo que muchos puedan creer, las grasas son necesarias para el organismo. Son fundamentales para la producción de energía y optimiza la producción y funcionamiento hormonal. Además, prolonga la sensación de saciedad.
Complementando con estos nutrientes principales, la presencia de micronutrientes (como las vitaminas, el hierro o calcio) en la dieta es ampliamente recomendada.
A manera de conclusión, es importante tener en cuenta que no existe el cuerpo perfecto, ni la manera perfecta de bajar de peso. Cada cuerpo funciona de manera única, y así mismo actuarán los diferentes alimentos en el organismo.
Para conocer la dieta que más pueda beneficiarte, te recomendamos que consultes con un nutricionista o algún profesional que pueda orientarte en la manera en la que puedes comenzar tu proceso de adelgazamiento, y cómo incluir las meriendas para adelgazar, según tu cuerpo y metabolismo.