Saltar al contenido

SOS ¡No puedo adelgazar! 3 mentiras que no te dejan perder peso

No hay nada más frustrante que intentar adelgazar y ver como todos tus intentos no sirven para nada. Todos podemos tener fuerza de voluntad, pero si no obtenemos una recompensa, la fuerza de voluntad y las ganas se desinflan. Adelgazar, aunque sea poco a poco, ver como la báscula va marcando cada vez menos, es lo que nos anima a seguir, a luchar para seguir adelgazando y perder peso, cuándo estos pronósticos no se cumplen y la báscula no se mueve ni un ápice la frustración acaba con todo: con la dieta, con el ejercicio, y porque no decirlos, ¡con nuestra autoestima!
Todos podemos adelgazar. La creencia de que «esto
y destinada a ser gorda» no es más que una excusa que nos va la mar de bien para no ponernos en serio a perder peso. Tampoco voy a engañaros, es cierto que hay un tipo de personas a las que adelgazar nos cuesta más, ya sea porque tengamos un metabolismo muy lento o porque nos cueste más seguir un dieta equilibrada y hacer ejercicio. Sea como sea, a no ser que tengas alguna enfermedad que lo prohíba (algo que deberías comentar con tu médico de cabecera), todos, en mayor o menor medida, podemos adelgazar.

Pero es que en mi familia todos están gordos

Un mito extendido entre la población mundial es que una persona que proviene de una familia con tendencia a engordar, nunca podrá estar delgada. Es cierto que la genética tiene algo que ver, pero lo que marca la diferencia es el ambiente en el que se resuelve esa genética. Si observamos cómo es la alimentación de una familia dónde todos sus miembros padecen sobrepeso, veremos cómo ésta se aleja bastante de lo que podemos denominar una dieta sana y equilibrada. En muchos casos se trata de una unidad familiar que está acostumbrada a cocinar los alimentos con gran aportación calórica, ya sea a base de potajes o fritos. Incluso aquellos platos que ellos aseguran que son sanos, como la ensalada o las judías hervidas, suelen estar bañados de aceite, mayonesas o otros condimentos o salsas con muchas calorías. También suelen ser familias dónde no se cumplan las cinco comidas diarias recomendadas o dónde el picar entre horas esté normalizado.
Si a esta familia con sobrepeso empezara a llevar una dieta sana y equilibrada, su peso empezaría a bajar poco a poco. Está claro que si llevan una vida pasiva de sofá, tele y ordenador, esto sería mucho más lento, pero lo que está claro es que adelgazarían o se mantendrían en un peso más o menos normal.

Mi metabolismo es muy lento, me cuesta adelgazar

Es cierto: no todos tenemos la misma facilidad para adelgazar. Es más, conozco algunas chicas que comen el triple que yo pero que están delgadas como una barbie malibú. Su metabolismo es muy rápido, y consiguen quemar prácticamente sin esfuerzo todo lo que comen. Esto, por desgracia, no nos pasa a todas. De hecho, lo más común, es que nos pase lo contrario. Nadie decide que metabolismo tener, lo único que podemos hacer es intentar cambiarlo un poco para que juegue a nuestro favor. Acelerar el metabolismo no se consigue desde el sillón de tu casa, pero si con ejercicio y esfuerzo así que la excusa «mi metabolismo es lento» queda descartada. Puedes adelgazar, sólo que te costará más que a otras personas.

No como nada y engordo

Otro de las grandes mentiras de la humanidad. Hay muchas mujeres y hombres que aseguran que comen poco pero que aumentan el peso de la báscula a cada día que pasa. Incluso son personas que aseguran comer poco y comer bien, pero que por contra, se van hinchando como globos aerostáticos. ¿Qué les pasa a esas personas? ¿Están destinadas a estar gordas?
Si nos fijamos un poco mejor en estas personas veremos cómo su alimentación dista a ser tan equilibrada como aseguran. En muchos casos es cierto que comen poco en la comida o la cena, lo que ocurre es que comen mal. Algunos, para bajar peso, se saltan alguna de las comidas, y luego, hambrientos, acaban escondidos en la cocina zampándose un taco de jamón por aquí y otro trocito pequeño de chorizo por allá. La idea de que «por un poco» no pasa nada no es sólo errónea, sino que produce el efecto contrario. Al privarle a tu cuerpo de comida, al meterle de repente algo súper calórico, hace que este almacene las calorías para tenerlas como reserva, favoreciendo el aumento de peso.
Así que si eres otra de esas personas que se aseguran así misma que no comen nada y están gordas, les sugiero que hagan una prueba: anotad en una libreta todo lo que comáis, las bebidas azucaradas y el alcohol también. Ya veréis como de repente vuestro aumento de peso tiene sentido.

Como veis no poder adelgazar es prácticamente imposible (a no ser que tengas algún tipo de enfermedad que realmente no te deje hacerlo, como ya hemos dicho anteriormente). Lo único que necesitas para bajar de peso y empezar a adelgazar es llevar una vida sana y equilibrada de verdad, supervisada a poder ser por un médico de cabecera.